Diagnóstico de la coartación aórtica

La edad a la que al paciente se le diagnostica la coartación aórtica depende de la gravedad de esta. De esta forma pacientes con una coartación grave son diagnosticados ya durante la lactancia mientras que aquellos que padezcan una coartación leve son diagnosticados en la niñez, adolescencia o en la edad adulta temprana puesto que sus síntomas pasan bastante desapercibidos.

Las pruebas diagnósticas que nos confirmarán el padecimiento de esta enfermedad son:

• Radriografía de tórax: muestra una imagen del tórax (corazón y grandes vasos) a través de rayos X, permitiéndonos detectar el estrechamiento de la arteria aorta si existiera.
• Electrocardiograma: este aparato, como ya sabemos, registra ala actividad eléctrica del músculo cardíaco. En el caso de una coartación aórtica grave se produce un engrosamiento ventricular, hipertrofia ventricular, detectable en el electrocardiograma.
• Ecocardiograma: esta técnica permite obtener una imagen del corazón y de los vasos principales mediante ondas sonoras. Es en esta imagen donde se puede detectar la coartación aórtica.
• Resonancia magnética: permite, al igual que la anterior, obtener una imagen de la zona cardíaca pero a través de un campo magnético y ondas de radio.
• Tomografía computarizada: mediante el uso de rayos X y la introducción en nuestro sistema sanguíneo de un contraste se puede obtener una imagen de alta precisión de nuestro sistema vascular permitiéndonos detectar cualquier estrechamiento de la aorta.
• Catéter cardíaco: se lleva a cabo la introducción de un catéter a través, generalmente, de la arteria o vena femoral que nos permite obtener una visión interna del vaso afectado y ajustar de esta forma el tratamiento o una visión externa al aplicar un tinte.