Actualmente no existe un tratamiento curativo para el síndrome de Brugada, por lo que el principal medio para tratar esta patología es un dispositivo médico llamado desfibrilador automático o cardioversor implantable (DAI o DCI), el cual monitoriza de forma continua el ritmo cardíaco y envía impulsos eléctricos para controlar las anomalías que pudiera haber.
A pesar de que el DAI nos controle los ritmos anormales, es necesario acudir frecuentemente al médico para asegurarse de que la patología está bajo control. Además, tiene un componente genético, por lo que si un miembro de la familia lo padece, es recomendable que los familiares más cercanos se hicieran pruebas de detección del síndrome.
Para la colocación del DAI:
- Se introduce un electrodo en una vena próxima a la clavícula hasta el corazón
A continuación, veréis un vídeo donde nos explica detalladamente cómo se coloca un DAI o DCI.
En ocasiones, también se pueden utilizar medicamentos para prevenir ritmos anormales del corazón, los cuales pueden ser muy peligrosos para la salud.
Un fármaco muy utilizado es la quinidina, ya que reduce la inducibilidad de fibrilación ventricular durante la estimulación ventricular programada. Sin embargo, no hay evidencias científicas de que reduzca el riesgo de muerte súbita.
A veces, también se usa la terapia farmacológica como tratamiento complementario al DAI.
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