Cuando el aneurisma aumenta su tamaño el paciente puede tener una serie de síntomas como:
- Dolor o sensibilidad en el tórax.
- Dolor en la espalda.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Presencia de ronquidos al dormir.
- Tos y falta de aire.
Si nos centramos en los diferentes tipos de aneurisma y sus signos y síntomas, destacamos tres:
- Aneurisma de la aorta abdominal: dolor en la espalda que puede cesar si el paciente se coloca en una determinada posición y observación de una masa pulsátil abdominal. Si el aneurisma rompe las posibilidades de supervivencia son muy bajas debido a la hemorragia masiva que desencadena el shock y la muerte.
- Aneurisma de la aorta torácica: es el aneurisma más peligroso puesto es muy silencioso, es decir, puede ser muy grave y el paciente no presentar ningún síntoma. Pero puede producir tos, sibilancia y dolor en la parte superior de tórax y espalda. También puede dificultar la ingesta de alimentos debido a la compresión esofágica. A veces se confunde con un ataque cardíaco porque el dolor se irradia a los brazos.
- Aneurisma disecante: estos pacientes presentan un dolor repentino y muy fuerte en la zona superior de la espalda, entre los dos omoplatos. Las consecuencias son diversas: ataque cerebrovascular, infarto o parálisis de una extremidad.
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