La arterioesclerosis se puede tratar desde diferentes puntos: el farmacológico, el quirúrgico y el preventivo, este último orientado a reducir el riesgo de padecer la enfermedad mediante una dieta y un estilo de vida cardiosaludable. Veremos ahora cada uno de los puntos por separado.
- Tratamiento farmacológico:
No existe, por el momento, un fármaco que cure la arterioesclerosis pero sí que trate diversas enfermedades derivadas de su padecimiento como puede ser la hipertensión arterial, la diabetes o un colesterol elevado. El médico puede recetar también ácido acetilsalicílico que reduce la formación de la placa en la pared del vaso y en casos avanzados anticoagulantes como el sintrom.
Se reserva para los casos en los que la placa arterioesclerótica produzca un dolor elevado o isquemia de los tejidos. Se introduce un catéter que permite extraer la obstrucción o bien un sostén que aumenta el diámetro del vaso sanguíneo.
Para prevenir la arterioesclerosis debemos llevar a cabo una dieta lo más baja posible en grasa animal y controlar lo máximo posible nuestro peso para evitar la obesidad que es un factor de riesgo de extremada importancia en la aparición de esta enfermedad, así como lo es también la hipertensión arterial.
En relación al estilo de vida debemos dejar de lado hábitos tóxicos como fumar o beber alcohol, realizar ejercicio físico de forma moderada y controlar nuestro nivel de estrés.
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