El tratamiento para la enfermedad arterial periférica tiene principalmente dos objetivos, estos serán:
- Controlar los síntomas como el dolor de pierna, para que el paciente sea capaz de reanudar las actividades físicas.
- Frenar la progresión de la ateroesclerosis para disminuir el riesgo tanto de accidente cardíaco como de accidente cerebrovascular.
Los cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, pueden reducir el riesgo de presentar complicaciones. En caso de que estos cambios no sean suficientes, será necesario tratamiento médico adicional, pudiendo el médico recetar alguno de los medicamentos que explicaremos a continuación.
- Medicamentos para bajar el colesterol: la estatina, por ejemplo, cuya finalidad es reducir el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
- Medicamentos para la presión arterial alta: el objetivo será reducir la presión arterial sistólica a 140 mmHg o la presión arterial diastólica a 90 mmHg o incluso menos.
- Medicamentos para controlar la glucosa en sangre: en casos de diabetes, esto cobra una agran importancia.
- Medicamentos para prevenir los coágulos de sangre: la arteriopatía periférica ocasiona un menor flujo sanguíneo a las extremidades, por lo que será muy importante mejorar este flujo. La aspirina será un ejemplo de este tipo de medicamentos.
- Medicamentos para aliviar los síntomas: el cilostazol, por ejemplo, hace que aumente el flujo a las extremidades al conseguir mantener la sangre anticoagulada y ensanchar los vasos sanguíneos.
En algunos casos sería necesario realizar angioplastia o cirugía para tratar la enfermedad periférica.
De esta primera intervención ya hemos hablado en publicaciones anteriores, pero haremos un pequeño recordatorio diciendo que es un procedimiento por el que se introduce un catéter a través de vaso sanguíneo hasta la arteria afectada. Otro procedimiento posible será la terapia trombolítica, que consiste en introducir un medicamento para disolver el coágulo de la arteria afectada.
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