Una persona que sufre una parada cardíaca se encuentra en una situación muy comprometida, por lo que cualquier ayuda será bien recibida.
Lo primero que se debe hacer es pedir atención médica y para eso llamaremos al 112. En la llamada telefónica debemos explicar que la persona que tenemos ante nosotros está siendo víctima de muerte súbita. De efectuar la llamada de manera correcta, el personal del equipo de emergencias enviará lo antes posible un equipo médico-sanitario con el dispositivo técnico adecuado.
Mientras llega el equipo médico debemos hacer una comprobación del estado del paciente. Lo haremos moviendo al mismo suavemente por el hombro para observar si tiene algún tipo de respuesta y también comprobaremos si respira o no.
En caso de que el paciente no respire, se deben llevar a cabo técnicas de reanimación cardiopulmonar. Para ello colocaremos ambas manos en el centro del esternón y haremos compresiones hacia abajo con los brazos extendidos en ángulo recto con respecto al cuerpo de la víctima. Comprimiremos hacia abajo unos 4-5 cm, con una frecuencia de 100 veces por minuto, debiendo ser estas compresiones rítmicas a la vez que regulares. Deberemos mantener esto hasta que el paciente recupere el conocimiento o hasta que llegue la asistencia médica.
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