La reanimación cardiopulmonar (RCP) es un procedimiento de emergencia para situaciones donde la víctima entra en parada cardiorrespiratoria súbitamente, cuyo objetivo es mantener el flujo de sangre oxigenada al cerebro y otros órganos vitales.

La RCP básica consta de dos pasos fundamentales:
a) Respiración boca a boca
b) Compresiones torácicas
Existe un algoritmo de actuación ante este tipo de situaciones, cuyos pasos son:
1. Garantizar la seguridad, tanto de la víctima, como del reanimador, como de las personas de alrededor.
2. Comprobar consciencia:
- Si responde: posición lateral de seguridad (PLS) y vigilancia constante
- Si NO responde: apertura de la vía aérea (maniobra frente - mentón: ver, oír, sentir)
3. Pedir auxilio: llamar al 112
4. Empezar RCP 30:2
- 30 compresiones a un ritmo de 100 compresiones/min y a una profundidad de 5 cm, en la parte inferior del esternón. Se coloca el talón de una mano en ese punto y la otra por encima, entrelazando los dedos, y con los brazos completamente extendidos.
- 2 insuflaciones de 1 segundo con la cabeza un poco inclinada hacia atrás y taponando la vía aérea para evitar la pérdida de aire insuflado

6. Continuar con la RCP hasta que llegue el personal sanitario o hasta que el reanimador esté exhausto.
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