- Primeramente revertir la anormalidad del ritmo cardíaco y controlar la frecuencia.
- Prevenir la formación de coágulos sanguíneos, trombos, reduciendo, así, el riesgo de un accidente cerebrovascular.
En relación al primer objetivo se lleva a cabo un método denominado cardioversión que puede ser:
- Eléctrica. Al paciente se le aplica una descarga eléctrica mediante unas paletas que provocará que el corazón se pare y al iniciar un nuevo ciclo cardiaco deberá mantener un ritmo normal o sinusal. El médico puede recetar, después de la cardioversión eléctrica determinados fármacos (amiodarona,sotalol...) que previenen arritmias futuras.
- Con medicamentos. El paciente es tratado con antiarrítmicos que restablecerán el ritmo y frecuencia normales del corazón.
También como último recurso existe la cirugía y el tratamiento con catéter que tienen como objetivo destruir aquellas zonas donde se produce el fallo en el impulso eléctrico para que posteriormente se regenere. Se puede realizar mediante un catéter introducido por la vena femoral o directamente a corazón abierto.
En relación al segundo objetivo, para impedir la formación de trombos, se administrarán anticoagulantes como la warfarina.
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