Por un lado, los medicamentos tienen como objetivo detener la cardiopatía. Entre estos medicamentos cabe destacar:
- Acetilsalicílico: tomar una pequeña cantidad de aspirina al día hace que la sangre sea menos densa y por lo tanto, no se forme un coágulo con tanta facilidad.
- Reductores de colesterol: reducen el riesgo de padecer ateroesclerosis.
- Bloqueadores del canal de calcio ensanchan las arterias.
- Anticoagulante: impiden que se forme un coágulo de sangre.
- Antiarrítmicos: controlan el ritmo cardíaco.
- Betabloqueadores: disminuyen la tensión arterial, y por lo tanto la cantidad de sangre que bombea el corazón.
Para tomar alguno de estos medicamentos es necesario que sean pautados y recetados por su médico.
Por otro lado, encontramos tratamiento no quirúrgico, como puede ser una angioplastia coronaria. Esta técnica consiste en pasar un globo desinflado a través de las arterias hasta que llegue a las arterias coronarias. Una vez allí, el globo se infla, lo que hace que se ensanche la luz de las arterias. en ocasiones se coloca un stent para que ayude a que se mantengan abiertas. En el siguiente vídeo se muestra de una manera más detallada y gráfica el proceso de esta técnica.
Por último, dentro del tratamiento quirúrgico, se encuentra la revascularización de las arterias coronarias, también conocido como CRAC. En este procedimiento se cogerá un vaso sanguíneo de pierna o pecho para realizar un bypass que proporciona más sangre al corazón.
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