La principal manifestación de una obstrucción coronaria es el dolor en el pecho, acompañado de numerosos síntomas y signos que se producen como consecuencia de la falta de oxígeno y nutrientes en el músculo cardíaco:
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Dolor en el pecho: se describe como una opresión en el centro del pecho que puede extenderse a la base del cuello, mandíbula, brazo izquierdo y espalda. Es común que este dolor vaya acompañado de una sensación de falta de aire, de mareos, náuseas y vómitos, palpitaciones e incluso de una pérdida del conocimiento. Sin embardo, la cardiopatía isquémica puede presentar otras manifestaciones no tan típicas, especialmente en mujeres, personas mayores y personas con diabetes. Por ejemplo, el dolor se puede manifestar en la parte alta del abdomen en lugar de en el centro del pecho. Además, cabe destacar que este dolor suele acusarse en situaciones donde aumentan las necesidades de oxígeno, como durante el ejercicio, el trabajo, la actividad sexual...
- Disnea (sensación de falta de aire): esta sensación de aire insuficiente hace que el corazón se debilite y la sangre no pueda ser bombeada, por lo que se estanca en los pulmones. Estos, como consecuencia, se llenan de líquido, impidiendo así una respiración normal.
- Palpitaciones: se describen como la sensación de latidos fuertes en el pecho, y muchas veces indican la presencia de arritmias.
Ante el reconocimiento del conjunto de algunos de estos síntomas es recomendable acudir al médico cuanto antes para evitar futuras complicaciones y daños irreversibles.
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