miércoles, 31 de octubre de 2018

Síndrome de Tako-Tsubo

Este síndrome de Tako-Tsubo también es conocido como el "síndrome del corazón roto" o "abombamiento apical". Es una miocardiopatía aguda diagnosticada por primera vez en Japón, en la década de los 90, y recibió ese nombre porque se refiere a una vasija con el cuello estrecho y abombada en el tramo final. En este síndrome lo que se produce es una disfunción ventricular, sobre todo en el lado izquierdo del corazón, y reversible. En un principio no induce ningún riesgo grave, pero si que puede surgir alguna complicación relacionada con insuficiencia cardíaca.





Se observa sobre todo en mujeres postmenopáusicas y un desencadenante de este síndrome son las situaciones estresantes inesperadas y muy violentas (muerte de un familiar, actuar en público), en las que se liberan grandes cantidades de adrenalina, pudiendo dañar el corazón.

Síntomas del síndrome Tako-Tsubo

Los síntomas del síndrome de Takotsubo son similares a los de una angina de pecho o infarto agudo de miocardio (de los que ya hemos hablado en publicaciones anteriores). El paciente refiere un dolor opresivo centrotorácico que no cesa con el movimiento o con el reposo. Además, puede irradiarse a las extremidades superiores (la izquierda, especialmente), el cuello, la espalda o la parte alta del abdomen.
El dolor puede acompañarse de un cuadro de vegetatismo, con mareo, sudoración fría, náuseas o vómitos. En algunas ocasiones el paciente también puede presentar disnea, falta de aire, así como malestar general y sensación de fuerte inminente.





Posibles complicaciones que se pueden desencadenar del síndrome de Tako-Tsubo son las arritmias ventriculares, la bradicardia severa o la insuficiencia cardíaca.

Diagnóstico del síndrome de Tako-Tsubo

Esta patología suele confundirse con facilidad con un infarto de miocardio, por lo que el primer paso es descartarlo. Una gran diferencia que nos permitirá saber si estamos ante un infarto o un Tako Tsubo es que los vasos sanguíneos de las personas con el síndrome del corazón roto no están bloqueados, en cambio, los de una persona con un ataque cardíaco sí; esto se puede ver a través de un angiograma.

El diagnostico del síndrome de Tako Tsubo se realiza mediante una serie de prueba y exámenes:
  • Resultado de imagen de takotsubo diagnostico ecgElectrocardiograma: detecta irregularidades en el ritmo cardíaco
  • Ecocardiograma: muestra la estructura y funcionamiento del corazón
  • Análisis de sangre: una manifestación de esta patología es la presencia de una mayor cantidad de determinadas enzimas en sangre
  • Radiografía de tórax: muestra la forma del músculo cardíaco
  • Resonancia magnética cardiaca (RM): produce imágenes detalladas del corazón
  • Angiografía coronaria: gracias a un tipo de tinte que se inyecta en los vasos sanguíneos, se puede ver detalladamente el interior de estos vasos

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Angiografía coronaria

Se necesitan los cuatro criterios siguientes para realizar el diagnostico:
  • Alteraciones transitorias en la contractilidad ventricular izquierda, con o sin afectación apical
  • Ausencia de enfermedad coronaria obstructiva
  • Nuevas alteraciones electrocardiográficas
  • Ausencia de feocromocitoma o miocarditis

Tratamiento del síndrome de Tako-Tsubo



Para tratar el síndrome de Tako-Tsubo no existe un  tratamiento estándar que pueda ser aplicado de forma general. Se lleva a cabo un tratamiento similar al de un ataque cardíaco  mientras no se confirma si el paciente ha sufrido verdaderamente el llamado síndrome del corazón roto. Una vez confirmado el diagnóstico el médico reducirá los medicamentos propios de infarto de miocardio a tres:
  • Inhibidores de la angiotensina
  • Betabloqueantes
  • Diuréticos
Esta medicación tendrá como objetivo reducir o revertir las consecuencias del síndrome como por ejemplo, recupera la función cardíaca, reduce el nivel de estrés del miocardio así como el nivel de líquido acumulado en este. Tras un periodo de aproximadamente un mes el paciente se recupera completamente y el tratamiento se suspende.

martes, 30 de octubre de 2018

¿Qué es la miocardiopatía?


La miocardiopatía es una alteración en la que el miocardio se debilita, dilata o presenta otro problema estructural. Por lo general ocurre cuando el corazón no es capaz de bombear o bien no funciona de manera adecuada. Podemos destacar, por lo tanto  tres razones por las que el músculo cardíaco falla, estas son:



1. Una mala contracción que no permite al corazón vaciarse de manera adecuada.

2. Una mala relajación que no permite al corazón llenarse adecuadamente.

3. Mala contracción y mala relajación simultáneas, lo que impide al corazón bombear una cantidad adecuada de sangre.

En conclusión, esta enfermedad se caracteriza por la afectación del músculo cardíaco siendo la más frecuente la miocardiopatía dilatada. Uno de sus síntomas es la insuficiencia cardíaca.



Tipos de miocardiopatías

Existen diferentes tipos de miocardiopatías, siendo las más frecuentes las siguientes:
  • Miocardiopatía hipertrófica (MCH): en ella el músculo cardíaco es más grueso de lo normal y este puede ir aumentando junto con el grosor de las paredes cardíacas Esto se debe a ciertas circunstancias como la hipertensión arterial o la obstrucción del ventrículo izquierdo en su salida. La velocidad de esta progresión es variable en función del individuo.




  • Miocardiopatía dilatada (MCD): en ella se produce una pérdida en la fuerza de contracción de los ventrículos y estos no pueden bombear la sangre al resto del cuerpo. El músculo se va deteriorando hasta agotarse.


  • Miocardiopatía restrictiva (MCR): en ella los ventrículos son más rígidos porque han perdido la elasticidad, de manera que las aurículas no se llenan totalmente y así se pierde cantidad de sangre eyectada al resto del cuerpo.


  • Miocardiopatía no compactada (MNC): la cara interna del miocardio tiene aspecto de esponja de baño en vez de tener un aspecto liso. Fundamentalmente afecta al ventrículo izquierdo.

  • Displasia arritmogénica VD: el tejido muscular normal se va perdiendo y se sustituye por tejido fibroso. Fundamentalmente afecta al ventrículo derecho, pero se ha descubierto que también afecta a otra partes del corazón.




Causas de las miocardiopatías

Como ya sabemos existen diferentes tipos de miocardiopatías y existen también diferentes causas de esta patología. Algunas de las causas más comunes son, para los siguientes tipos:

  • En la miocardiopatía dilatada existen múltiples problemas de salud que pueden producirla.
  • En la miocardiopatía hipertrófica la causa es genética, es la herencia. Es decir, este tipo se transmite de padres a hijos.
  • En la miocardiopatía isquémica la causa es el estrechamiento de las arterias coronarias, las que suministran sangre al propio corazón.
  • En la miocardiopatía restrictiva las causas más comunes son la amiloidosis (acumulación de proteínas anormales) y la cicatrización del corazón debido a una causa que nos es desconocida.
Ahora bien en general podemos establecer una serie de factores que pueden contribuir al desarrollo de una miocardiopatía:
  • Una HTA (hipertensión arterial) prolongada en el tiempo.
  • Daños del tejido que forma el corazón por un infarto.
  • Frecuencia cardiaca alta.
  • Trastornos en las válvulas cardiacas.
  • Trastornos como la obesidad, la diabetes o una enfermedad tiroidea.
  • Deficiencias nutricionales, especialmente de vitaminas.
  • Consumo de drogas y medicación agresiva del tipo ionizante.
  • Acumulación de Fe o de proteínas en el tejido cardiaco.
  • Enfermedades infecciosas o inflamatorias.

Tratamiento de las miocardiopatías

El objetivo principal del tratamiento de la miocardiopatía es conseguir controlar los signos y síntomas y evitar que la afección empeore, reduciendo así el riesgo de complicaciones secundarias. Este tratamiento varía según os diferentes tipos de miocardiopatía.

  • El primer paso para tratar los síntomas de insuficiencia cardíaca, angina y arritmias es la administración de medicamentos. Estos pueden ayudar a mejorar la capacidad de bombeo del corazón, aumentar el flujo sanguíneo, reducir la presión arterial, evitar coágulos...
Resultado de imagen de desfibrilador cardioversor implantable
  • Otra técnica importante es la colocación de dispositivos de implante quirúrgico para mejorar el funcionamiento del corazón:

    • Desfibrilador cardioversor implantable: controla el ritmo cardíaco y envía un impulso eléctrico para detener los ritmos anormales.
    • Dispositivo de asistencia ventricular: ayuda a que la sangre circule correctamente a través de corazón.
    • Marcapasos: colocado debajo de la piel en pecho o abdomen, envía impulsos eléctricos para coordinar el ritmo cardíacos.
Resultado de imagen de marcapasos

  • Por otra parte, tenemos una serie de procedimientos no quirúrgicos que también nos ayudan a corregir las miocardiopatías y arritmias:
    • Ablación del tabique: una pequeña parte del músculo cardíaco es destruido y, a través de un tubo delgado y largo (catéter) colocado en la arteria que irriga dicha zona, se inyecta alcohol, permitiendo el flujo de sangre.
    • Ablación por radiofrecuencia: se introducen catéteres en los vasos sanguíneos hasta el corazón. Allí, los electrodos de los extremos dañan el tejido anormal del corazón, que es el que provoca el ritmo cardiaco anormal. 

Un corazón durante la ablación por catéter
  • Por último, encontramos también procesos quirúrgicos invasivos:


    • Miectomía del tabique: cirugía a corazón abierto donde se extrae parte del tabique cardíaco, el cual separa los ventrículos. Al realizar esta extracción, el flujo mejora y disminuye la insuficiencia de la válvula mitral.
    • Trasplante de corazón: en casos extremos donde todos los demás tratamientos no han sido eficaces se recurre a un trasplante de corazón. 

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lunes, 29 de octubre de 2018

Muerte Súbita

Resultado de imagen de muerte subitaSe denomina muerte súbita (MS) a la parada cardíaca que se produce de forma abrupta, inesperada y repentina en personas que aparentemente tienen un buen estado de salud.

Existe una definición más formal, utilizada en los estudios médicos: "muerte súbita es el fallecimiento que se produce en la primera hora desde el inicio de los síntomas o el fallecimiento inesperado de una persona aparentemente sana que vive sola y se encontraba bien en plazo de las 24 horas previas".

La muerte súbita puede presentarse tanto en personas con una enfermedad cardíaca reconocida como en otras completamente sanas y sin sospecha de ningún tipo de patología. La principal causa desencadenante es una fibrilación ventricular, la cual será explicada en la siguiente entrada. 

La muerte súbita se manifiesta con unos episodios específicos, que comienzan con la perdida del pulso y, en pocos segundos, se pierde también la capacidad respiratoria y el conocimiento de forma natural e inmediata. Las personas pueden tener los ojos abiertos o cerrados y el tono de la piel se vuelve azul violáceo debido a la falta de riego. 

Resultado de imagen de muerte súbita
Tal y como indica la Fundación del Corazón, las medidas de reanimación cardiopulmonar (RCP) pueden ayudar a que la fibrilación desparezca y el paciente se recupere. Esta recuperación se conoce como muerte súbita reanimada.




A continuación os dejamos un vídeo resumen acerca de la muerte súbita. 



Causas y diagnóstico de la muerte súbita



La muerte súbita se produce principalmente por una arritmia cardíaca, como una bradicardia o una taquicardia ventricular. Sin embargo, la causa más común es la fibrilación ventricular. Esta arritmia hace que el corazón no sea capaz de latir de forma organiza y, por lo tanto, impide el bombeo de sangre. Como consecuencia de esto, la presión arterial se debilita y existe una falta de riego en el cerebro y en otros órganos vitales, los cuales empiezan a sufrir daños que podrían ser irreversibles. El órgano más sensible es el cerebro que tras unos pocos minutos sin el aporte adecuado de sangre y por lo tanto de oxígeno y nutrientes acabará por dejar serias secuelas en el paciente reanimado, algo que suele ser bastante común.

El pronóstico de un paciente que sufra una muerte súbita es, como el propio nombre indica, la muerte en pocos minutos si no recibe la atención adecuada para revertir la causa de esta enfermedad. Para detectar que el paciente esta sufriendo una alteración en el ritmo del corazón es necesario el uso de un electrocardiograma y a partir del tipo de arritmia, como ya dijimos la más común la fibrilación ventricular, aplicar una descarga eléctrica o realizar un masaje cardíaco (RCP).



Tratamiento de la muerte súbita

La medida que puede proporcionar un tratamiento eficaz es la desfibrilación. En ella, se administra al corazón una descarga eléctrica procedente de un dispositivo denominado desfibrilador. Lo que hace este dispositivo es administrar esta descarga a todas las células del corazón, de manera que se reinicia la actividad del corazón y así se recupera el ritmo habitual del corazón.

Un factor muy importante para el tratamiento es el factor tiempo, ya que cada minuto que pasa disminuye un 10% las posibilidades de sobrevivir. Aunque se tenga a mano un desfibrilador, se debe comenzar la reanimación cardiopulmonar (RCP), de la que ya hemos hablado en un post anterior y explicado su procedimiento. Por ello, es muy importante impartir cursos y clases a los ciudadanos ya que la RCP puede salvar muchas vidas.

¿Qué hacer en caso de muerte súbita?

Una persona que sufre una parada cardíaca se encuentra en una situación muy comprometida, por lo que cualquier ayuda será bien recibida. 

Lo primero que se debe hacer es pedir atención médica y para eso llamaremos al 112. En la llamada telefónica debemos explicar que la persona que tenemos ante nosotros está siendo víctima de muerte súbita. De efectuar la llamada de manera correcta, el personal del equipo de emergencias enviará lo antes posible un equipo médico-sanitario con el dispositivo  técnico adecuado. 


Mientras llega el equipo médico debemos hacer una comprobación del estado del paciente. Lo haremos moviendo al mismo suavemente por el hombro para observar si tiene algún tipo de respuesta y también comprobaremos si respira o no.

En caso de que el paciente no respire, se deben llevar a cabo técnicas de reanimación cardiopulmonar. Para ello colocaremos ambas manos en el centro del esternón y haremos compresiones hacia abajo con los brazos extendidos en ángulo recto con respecto al cuerpo de la víctima. Comprimiremos hacia abajo unos 4-5 cm, con una frecuencia de 100 veces por minuto, debiendo ser estas compresiones rítmicas a la vez que regulares. Deberemos mantener esto hasta que el paciente recupere el conocimiento o hasta que llegue la asistencia médica.



domingo, 28 de octubre de 2018

Ductus arterioso

El ductus arterioso o también llamado conducto arterioso es un pequeño vaso sanguíneo que comunica la arteria aorta con la arteria pulmonar.

Este conducto está, de forma normal, abierto en el feto (por eso también se denomina a esta patología persistencia del conducto arterioso) pero se acaba cerrando justo después de que tenga lugar el nacimiento, en los tres días posteriores a este, aunque este cierre se puede prolongar hasta unos meses de forma normal. Es más frecuente que este conducto continúe abierto en los bebés prematuros y en mujeres. Este conducto es necesario que exista en la vida fetal para que la sangre que está oxigenada llegue a la aorta y desde esta se distribuya por todo el organismo pero como ya dijimos si no se cierra constituye una patología.

El no cierre del conducto arterioso produce una especie de cortocircuito entre la circulación general o sistémica y la circulación pulmonar. Esto quiere decir que se produce la mezcla de sangre oxigenada de la arteria aorta con sangre no oxigenada de la arteria pulmonar. Dicha mezcla dará lugar a una menor concentración de oxígeno en la circulación general de lo normal.


Signos y síntomas del ductus arterioso

Resultado de imagen de ductus arterioso sintomasLos signos y síntomas que aparecen ante un ductus arterioso varían según el tamaño del defecto. En un ductus pequeño, estas manifestaciones pueden pasar desapercibidas; sin embargo, los síntomas que presentan los niños con aberturas más grandes ya se observan poco después del nacimiento. 

El primer indicio de un defecto cardíaco suele ser un soplo cardíaco en la auscultación del bebé durante un control regular. 
Cuando el ductus es grande, puede provocar lo siguiente:


  • Dificultades respiratorias 
  • Cianosis
  • Soplo cardíaco: el corazón suena anormal cuando un médico escucha con un estetoscopio 
  • Respiración rápida 
  • Mala alimentación
  • Sudoración excesiva 
  • Retraso en el desarrollo y crecimiento
  • Infecciones pulmonares (neumonía)
  • Cansancio
  • Cardiomegalia: agrandamiento anormal del corazón

Por lo tanto, es importante acudir al médico cuanto antes si observamos algunos de estos signos en nuestro bebé.


Diagnóstico del ductus arterioso

Para el diagnóstico de esta enfermedad, el mejor método es la exploración física, en concreto la auscultación, en la que se determinará si existe un soplo cardíaco o no, ya que si existe, aumentan las posibilidades de padecer un ductus arterioso. Tras la confirmación de este soplo, se realizará un ecocardiograma.

El ecocardiograma es una prueba diagnóstica que ofrece el movimiento del corazón en una imagen.
La información que ofrece trata acerca de la forma, tamaño, grosor de las paredes, movimiento del corazón... También puede ofrecer información sobre circulación pulmonar, presión, si existe líquido pericárdico...

Estos datos se obtienen gracias a los ultrasonidos del ecocardiógrafo, que consta de 3 elementos:




  • Transductor: capta las imágenes del corazón
  • Pantalla: recoge las imágenes del transductor
  • Ordenador








Existen diferentes maneras de obtener las imágenes:
  • Unidimensional: detecta solamente una porción estrecha del corazón
  • Bidimensional: ofrece una imagen de la anatomía del corazón en movimiento
  • Doppler color: ofrece la posibilidad de ver el flujo de sangre y arterias.
  • 3D: se crea una imagen 3D



En cuanto a la realización de esta técnica, no es ni dolorosa ni tiene ningún efecto secundario. 

Se aplica el gel conductor en el pecho del paciente y se coloca el transductor encima, mientras se va moviendo poco a poco por toda la superficie. Su duración se encuentra entre 15 y 20 minutos.




Tratamiento del ductus arterioso

El tratamiento para esta enfermedad será establecido por el médico en función de la edad del paciente, la gravedad de la enfermedad (pudiendo distinguir entre ductus pequeño o ductus grande. Estos primeros pueden no necesitar tratamiento o cerrarse espontáneamente) y los síntomas que muestra. Una vez que se ha observado todo lo anterior se podrán tomar dos decisiones, hacer un seguimiento periódico del niño o bien realizar un tratamiento cuya finalidad sea el cierre del ductus.

En niños prematuros normalmente se utilizan los siguientes fármacos antiinflamatorios:
En caso del ductus arterioso permeable no responda al medicamento, será necesario cerrarlo de forma percutánea con cateterismo o bien con cirugía. Este cateterismo se trata de un procedimiento complejo e invasivo cuyo objetivo es estudiar la anatomía del corazón, las arterias coronarias y valorar la funcionalidad de este órgano.


sábado, 27 de octubre de 2018

¿Qué es la enfermedad de Kawasaki?

La enfermedad de Kawasaki es una enfermedad rara que consiste en la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos, arterias, venas y capilares del organismo. Por lo general, es una alteración que aparece en niños menores de cinco años y en bebés (con más de 6 meses). Inicialmente se presenta como fiebre alta, sin que esta responda a antibióticos.


Como bien comentamos anteriormente, se trata de una enfermedad rara, pero aún así es una de las principales causas de enfermedad cardíaca adquirida en niños en los países desarrollados.

La complicación más problemática que se puede desencadenar de esta enfermedad es la aparición de aneurismas coronarios, produciéndose en el 20% de casos si no se administra un tratamiento adecuado.




Síntomas de la enfermedad de Kawasaki

Los síntomas de la enfermedad de Kawasaki se pueden establecer en 3 etapas diferentes.
La primera se inicia con una fiebre en torno a los 38,5º C que puede alcanzar los 40º C y que suele permanecer unos 5 días como mínimo y que puede durar hasta unas dos semanas. En esta fase aparecen otros síntomas como

  • Ojos extremadamente enrojecidos.
  • Sarpullido en el tronco y en la zona genital. A veces puede aparecer descamación de manos y dedos.
  • Inflamación de los nódulos linfáticos del cuello, normalmente uno.
  • Inflamación de la lengua, de la garganta y de los labios. Estos últimos suelen estar  también secos y agrietados.
  • Estado general de irritabilidad.
  • Ictericia (color amarillenta de piel y mucosas)
En la segunda etapa de la enfermedad aparecen síntomas adicionales como:
  • Diarrea.
  • Vómitos.
  • Dolores articulares
  • Tos.
En la tercera etapa los signos y síntomas desaparecen poco a poco a no ser que hubieran surgido complicaciones.

Diagóstico de la Enfermedad de Kawasaki

La enfermedad de Kawasaki se puede parecer a muchas enfermedades virales o bacterianas propias de la infancia, y no existe una única prueba específica para diagnosticar dicha enfermedad, de modo que los pediatras la suelen diagnosticar evaluando los síntomas del niño y descartando otras afecciones.

El diagnóstico requiere la presencia de fiebre de cinco o más días de evolución y, al menos, cuatro de los cinco criterios clínicos siguientes, excluyendo otras enfermedades con clínica similar:

  • Cambios en los dedos de las manos y de lo pies (se pueden hinchan, cambiar de color y/o pelarse)
  • Imagen relacionadaExantema polimorfo
  • Inyección conjuntival bilateral
  • Cambios en labios y mucosa oral: labios fisurados, lengua aframbuesada e hiperemia faríngea.
  • Adenopatía cervical (>1,5cm de diámetro)





Sin embargo, si se sospecha la presencia de la enfermedad de Kawasaki, el médico probablemente pida pruebas para controlar la función cardíaca (un ecocardiograma), y es posible que le pida un análisis de sangre y de orina para descartar otras afecciones, como la escarlatina, el sarampión, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, la artritis reumatoide juvenil y las reacciones alérgicas a fármacos.

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Si los aneurismas persisten una vez resuelto el cuadro febril, puede ser necesaria la realización de electrocardiogramas, ecocardiogramas, ergometrías e incluso cateterismos cardiacos para evaluar su evolución.


Tratamiento de la enfermedad de Kawasaki

El tratamiento de esta enfermedad se comenzará a aplicar, siempre que sea posible, antes de la aparición de los primeros signos y síntomas del niño, es decir, cuando todavía tiene fiebre. El tratamiento busca reducir la fiebre y prevenir cualquier tipo de daño cardíaco. Para ello, se le va a recetar gammaglobulina y aspirina.

La gammaglobulina es una proteína inmune que disminuye el riesgo de problemas en la arteria coronaria. Esto se plica por vía intravenosa.

Habitualmente, no se administra aspirina a los niños, pero la enfermedad de Kawasaki es una excepción, solo si es pautada por un médico. Las dosis altas de este fármaco reducen la inflamación, así como la fiebre y el dolor.

El tratamiento inicial para esta enfermedad se realiza en el hospital, y posteriormente, cuando el niño ya no tenga fiebre, deberá seguir tomando aspirina durante al menos seis semanas.

La duración de esta enfermedad sin tratamiento dura alrededor de 12 días, pero puede dejar graves consecuencias a nivel cardíaco.

viernes, 26 de octubre de 2018

Fibrilación auricular


La fibrilación auricular es el tipo más común de arritmia cardíaca en la población. Alrededor de un millón de personas en España la sufren. En ella, la frecuencia cardíaca está acelerada e irregular, lo que puede llevar a otras complicaciones relacionadas con el corazón, como por ejemplo un infarto o la formación de un coágulo sanguíneo en el corazón, que puede recorrer el torrente sanguíneo y llegar a los diferentes órganos.



Lo que ocurre durante la fibrilación auricular es que las dos aurículas laten de una manera irregular, sin seguir un ritmo y sin coordinarse con los ventrículos, impidiendo así el correcto funcionamiento del corazón. Esto ocurre porque aparecen estímulos desorganizados con frecuencias entre 350-600 lpm.

En el electrocardiograma se representa con un gráfico arrítmico, ya que los intervalos RR no presentan ningún patrón específico. A nivel de las aurículas no existe onda P, aunque se observan unas ondas pequeñas en su lugar, denominadas ondas F (fibrilación). A nivel de los ventrículos, los complejos QRS son estrechos.




Foramen Oval Permeable: definición y síntomas

El foramen oval es una apertura natural cuya función es permitir el paso de la sangre oxigenada de la aurícula derecha a la aurícula izquie...